La diferencia en el nivel de vacío entre la entrada de la bomba y el receptor en el paso 1.a no debería exceder de 2 kPa (0.6”Hg). El vacío promedio en el extremo distal de la línea de aire de los pulsadores no debería diferir en más de 2 kPa (0.6”Hg) del vacío en el receptor. Diferencias mayores resultan en un menor flujo de aire en el receptor, y podrían ser debidas a caídas de presión causadas por líneas de poco diámetro o líneas limitadas, exceso de uniones T o de codos, o por flujos de aire elevados y no justificados.
Se considera deseable una diferencia de 0.7 kPa (0.2”Hg) o menos entre el receptor y en el regulador de vacío, en los pasos 1.a, 1.b y 1.c. Diferencias mayores resultan en una reducción en la sensibilidad de la regulación, y suelen ser consecuencia de una ubicación inapropiada del regulador, o a exceso de restricciones en las tuberías y accesorios entre el receptor y el regulador.
Todos los sistemas deberían tener suficiente reserva de flujo de aire a fin de enfrentar cuando menos la caída de una unidad de ordeño. El vacío a la altura del receptor no debe caer en más de 2 kPa (0.6”Hg) estando una unidad abierta (Vacío del receptor 1.a – 1.b).
Es deseable que los sistemas con más de 32 unidades, o que los sistemas de salas de ordeño diseñados para acomodar más de 2 operarios, tengan suficiente reserva de flujo de aire para enfrentar a la caída de dos unidades de ordeño. En estos sistemas, el vacío en el receptor no debería caer en más de 2kPa (0.6”Hg) teniendo dos unidades abiertas (Vacío del Receptor 1.a – 1.c).